Vista la popularidad de Carmen Vela hoy en Twitter pensé que por una vez la I+D española habría conseguido algún hito (curar algún cancer, energía solar casi gratuita, o quizá más modestamente algún premio internacional)… pues no, nuestra «lider» de I+D estaba haciendo cual debe «Marca España» nada menos que en Nature, con estas palabras:
Tenemos que reducir la cantidad de investigadores para mejorar la calidad de los contratos. Tenemos que hacer esto de todos los modos: el sistema español de I+D no es suficientemente grande para justificar el gasto en los actuales investigadores (original: http://www.nature.com/news/turn-spain-s-budget-crisis-into-an-opportunity-1.10770)
Resumiendo, nos sobran los científicos. El artículo tiene su aquel con una monótona letanía, de «must», de «reduze», total para decir que algunos programas de becas, como el Torres-Quevedo, para postdocs e investigadores en cuestiones industriales en centros públicos lo reduce en la módica escala de ¡diez veces! el argumento es conseguir la excelencia, algo así como «La Roja» de los científicos, la verdad es que no se entiende bien que deje el objetivo en 960, ya puestos que lo deje en 11 titulares y 5 reservas, seguro que los que se llevaran la beca serían el Xavi y el Iniesta de la ciencia española.
Eso sí a los jóvenes investigadores Ramón y Cajal aunque los reducimos a la ridícula cantidad de 175, les ponemos más presupuesto, gran apuesta por la calidad, claro.
Hacia la excelencia y más allá, el texto, que parece escrito bajo el consejo de un chimpancé jubilado de alguno de esos laboratorios que estarán vacíos en 2012, termina brillantemente citando a un científico no español: Albert Einstein y remata cubriéndose las espaldas diciendo que la crítica continua no nos ayudará a salir de esta situación.
Tengo algo de perspectiva: como universitario dediqué 7 años de mi vida a las Ciencias (pasé por los cinco edificios de Ciencia de la Complu: Biología/Geología, Química, Física, Matemáticas e incluso el último que hicieron y donde pusieron un laboratorio de bioquímica que tuvimos el «honor» de usar unas pocas horas) 3 a postgraduarme como gestor de tecnología, y llevo 15 dirigiendo proyectos y equipos relacionados con el conocimiento y la tecnología. Nunca he tenido una beca de estas ni defiendo nada de lo mío, mi postgrado lo pagué con el dinero que gané trabajando en un conocido diario en puestos «de base».
Muchos medios españoles han titulado la noticia así:
La secretaria de Estado de Investigación: «En España sobran científicos»
Estuve tentado de hacer un post de dos palabras: «tu padre», pero he preferido reformular su tesis por una más coherente y realista: «En España sobran los mentecatos». No sé cómo llegamos a producir tantos o a hacer que ocupen puestos tan altos. España es el epítome tanto del principio de Peter, como del de Hanlon, como recientemente nos ha descubierto Aleix Saló.
En la imagen, que dedico a C.V., la Puerta de los Burros, de la Universidad de Alcalá de Henares.