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Libros de la semana: Banville, Strand, J.A.Gallego, Tammet

24 septiembre, 2012 — by José Antonio Redondo Martín0

Aprovecha uno las vacaciones para volver a leer algo más de lo que suele hacerlo últimamente. Los vuelos transoceánicos dan para mucho, a la vuelta uno se tropieza con más libros. Se sigue leyendo mientras la vida va y viene como los aviones de Skyteam o como las pequeñas tortugas que echaron mis hijos al Pacífico allá por Vallarta.

De ida en el aeropuerto de Ámsterdam me topé con Thinking in Numbers, de Daniel Tammet, con el subtítulo de «How Maths Illuminates our Lives» y recomendado por el Canal 4 de la BBC  conectaba bien con mi lado científico-friki, una colección de ensayos varios que conecta en su mayoría pasajes literarios con algunas cuestiones clave de las matemáticas y algunas simples curiosidades. Entretenido e interesante, aunque hay diversidad de calidad y de tono entre la colección de textos, por mucho que vayan unido en el tema de los números. Escribe bien e incluso habla de  Omar Jayyam, pero le habría quedado mejor quitando varios ensayos que no dicen gran cosa y dándole algo más de peso a la vida, que no sólo está ahí para que nos la iluminen los números. No sé si lo recomendaría en general, sólo para amantes de las curiosidades.

En la biblioteca de la familia política me topo con una cosa bastante mejor, muy buena, el Kepler, de John Banville, una edición de bolsillo de Edhasa cuyas páginas ya amarillean. Premiado por The Guardian a principios de los ochenta, se trata de una novela basada en la trayectoria vital de Johannes Kepler. El libro forma parte de la llamada tetralogía científica (Doctor CopérnicoKeplerLa carta de Newton y Mefisto), con la que este periodista y escritor alcanzaría una gran fama literaria que en los países de habla española no deja por el momento de ser discreta (si un día le cae el Nobel, como muchos están reclamando eso podría cambiar). El irlandés compone una obra ejemplar de ficción histórica, donde los conflictos religiosos de finales del XVI y los primeros pasos del método científico por parte de personajes como Galileo, Tycho Brahe y el propio Kepler asoman en un momento histórico que aúna los aspectos más oscuros de la vieja Europa con sus más grandes logros.

Cabe recordar la carambola histórica que reune a Tycho y Kepler en la Bohemia de principios del XVII. Kepler fue profesor de astronomía y matemáticas en la Universidad de Graz desde 1594 hasta 1600, cuando se convirtió en ayudante del astrónomo danés Tycho Brahe en su observatorio de Praga. Kepler llegó a Praga huyendo de la persecución religiosa de que era objeto en Graz. En Praga se reunió con Tycho, quien, muerto su protector y enemistado con la mayoría de los personajes más influyentes de Dinamarca, se vio obligado a dejar su país en 1597, trasladándose a Bohemia en 1599. Kepler se convirtió en uno de sus principales ayudantes. A la muerte de Brahe en 1601, Kepler asumió su cargo como matemático imperial y astrónomo de la corte del emperador Rodolfo II y, sobre todo, haciéndose cargo de todas sus valiosas observaciones. En esas observaciones había detalladas y cuidadosas tablas de la posición exacta de un planeta que ha sido la clave para entender nuestro Sistema Solar y probablemente lo sea aún para entender muchas cosas aún sin descubrir: Marte.

Kepler descubrió con sorpresa que las órbitas de Marte y de la Tierra no eran circulares como parecía deducirse del modelo copernicano. Dedujo al fin que las órbitas eran elípticas, con el Sol en uno de los focos de esas elipses, que Marte barría áreas iguales en periodos iguales y que para cualquier planeta, el cuadrado de su período orbital es directamente proporcional al cubo de la longitud del semieje mayor de su órbita elíptica. En definitiva obtuvo una solución matemática elegante y simple de la mecánica planetaria.

Kepler me llamó la atención en aquella época que echaron Cosmos, de Sagan por la tele. Si las referencias no mienten eso fue a finales de 1980. El capítulo en el que trata del científico Alemán y de Tycho Brahe es el tercero, titulado «La armonía de los mundos». No sé si Banville la vería mientras trabajaba en esta magnífica novela, en todo caso su proyecto de tetralogía pareció cruzarse en el tiempo con el de Sagan.

El capítulo completo se puede ver aquí (es la versión extendida que se puede encontrar recientemente en DVD):

De alguna forma acabé aprendiendo esas leyes sencillas, de modo que allá por 1985, con apenas diecisiete años y las nociones más bien sencillas de física que había aprendido en el COU me dio por demostrarlas, por ahí hay una página a lápiz donde saco la segunda partiendo del principio de que la energía se conserva y la tercera a partir de la ley de gravitación de Newton. En su momento me pareció una machada y además es fascinante poder calcular la masa de algo tan gordo como los planetas a partir de ello. Lógicamente casi todo lo que se me podía ocurrir entonces ya lo había calculado Newton en sus Principia.

En fin, no es lo más interesante del libro de Banville la vida de Kepler, que lo es y mucho, sino lo bien que arma los personajes, los conflictos, las relaciones entre ellos y con su momento histórico. La obsesiva obsesión por Marte y por la armonía del sistema solar -que hoy sabemos que es un sistema caótico- le emparenta enormemente con Ray Bradbury, quien creía que en nuestro dominio cientifico-técnico del planeta vecino está la posibilidad de vivir para siempre. Creo que le habría gustado esta imagen de la Curiosity:

Ya en Madrid me topo con Comunidades Virtuales y Redes Sociales, regalo de su autor, José Antonio Gallego, ex Presidente de AERCO-PSM y persona de enorme experiencia en esa extraña y novedosa disciplina de la gestión de comunidades online y la comunicación a través de medios sociales. Es un libro breve escrito desde una perspectiva muy personal y muy pegado a las experiencias concretas que ha vivido y de las que ha sido testigo. Un libro ágil y bien escrito que me leí en su integridad en la pantalla del teléfono móvil, al mas puro estilo japonés. Una novedad recomendable que se presenta dentro de unos días en el IE y que ha sido el último libro que he tenido el gusto de reseñar para Espacio de Libros.

Posiblemente veáis muchos otros libros sobre redes, pero en ninguno como este veréis aunar World of Warcraft, eBay, Menéame y al BBVA. De José Antonio, que participó en la primera presentación de mi libro Socialnets con Ignacio Escolar y Manuel Fernández Cuesta, ya conocía su sentido del humor, su más que larga experiencia en estas lides y su capacidad de comunicación. Ahora me revela simultáneamente su lado más friki y sus aptitudes para escribir libros orientados al mundo profesional.

Desde luego un libro muy distinto a los dos anteriores, sin desperdicio y que se lee volando. Un libro que recomendaría no sólo a la gente que se dedica al marketing y a la comunicación, sino a cualquier directivo y propietario de pequeños negocios que quiera aproximarse a una nueva forma de entender las relaciones de su empresa y de la oportunidad que surge para las marcas de relacionarse con las comunidades virtuales.

 

Por último, me asomo a La Central de Madrid, la nueva librería que han abierto junto a Callao. Es una librería bastante animada, en un edificio de fachada estrecha interiormente lleno de escaleras y paredes a las que han sacado partido para hacer «facing» de los volúmenes con un peculiar «horror vacui». Un pequeño bar en la planta baja y una sala mediana para hacer eventos completan su oferta. Un lugar muy «hipster» o gafapasta, como lo queráis llamar. Vuelta rápida para volver a casa, elijo como compañía a Mark Strand, poeta, el libro: Casi invisible, el típico libro negro y breve de la editorial Visor. Una edición bilingüe.

Se trata de poemas en prosa, que no llegan a media página. Posee esa escritura contenida, visual, compuesta casi de estampas en que se aúnan y se separan la contemplación y la vida, lo oscuro y lo luminoso.

Por su brevedad cabe trasladar aquí uno de esos pequeños textos.

El enigma de lo infinitesimal

Los has visto al anochecer, caminando por la orilla, los has visto de pie en los portales, asomados a las ventanas o a horcajadas sobre el borde lentamente movedizo de una sombra. Amantes de lo intermedio, no están ni aquí ni allí, ni adentro ni afuera. Pobres almas, las mueve el afán de experimentar lo imposible. Incluso de noche yacen en la cama con un ojo cerrado y otro abierto, esperando atrapar el último segundo de la vigilia y el primero del sueño, habitar esa tierra de nadie, ese hermoso lugar, contemplar, como sólo un dios pudiera, la luminosa conjunción de la nada y el todo.  (Trad. Julio Trujillo)
Como hay que cerrar el post nada mejor que este comienzo del Harmonielere de John Adams, que hace unos días nos recordaba David Torres a través de Facebook. No sé qué le parecería esta armonía a Kepler, pero creo que haría buena pareja con una película sobre Marte.

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Sí, existe el Social Burbujologist

8 junio, 2011 — by José Antonio Redondo Martín6

Como solía decir Anson en el ABC de los 90, ha habido un amplio eco de este artículo: Sí hay burbuja, se llama Community Manager, un artículo poco novedoso pero bien titulado, y que trae algún párrafo cargado de polémica. Lo firman Manuel Ángel Méndez y Adrián Segovia en El País. Quizá ellos no lo sepan pero tienen un antecedente… ¡hace siete años!

En 2004, la Universidad de Wharton, la meca de los estudios de negocios se descolgaba con este artículo: «Las redes sociales online: ¿otra burbuja que podría estallar?» El asunto venía motivado porque Sequoia Capital había invertido 4,7 millones de dólares en LinkedIn mientras que Kleiner, Perkins, Caufield & Byers había hecho lo propio con 13 millones de dólares en Friendster.

burbuja

Léanlo; el artículo está bien estructurado y cita a cada una de las fuentes entrevistadas, muchos de ellos über gurus del propio Wharton, del MIT o de algunos socios directores de firmas como August Capital. Casi nada.

Eso sí hagamos historia de aquellos meses, en junio de aquel año un business angel mediano pero prestigioso en Silicon Valley pone una cantidad mucho más modesta, 500.000 dólares para una red que llevaba un chico pecoso que venía del este, el chico en cuestión pasaba de los ingresos y su CFO era otro chaval de 20 años… Estaban locos esos romanos, que diría mi paisano Asterix…

¿qué habría hecho un americano del valle con una pequeña plusvalía de 300.000 dólares de vender su chalet? ¿Invertir en esa burbuja que claramente veían hasta en Wharton? Ni de coña. Es lo que pasa por hacer caso a los social burbujologist. ¿Saben cuanto valen ahora esos 500.000 dólares invertidos? Más de 1.000 millones de dólares.

El inversor se llama Peter Thiel y aquella inversión incomprensible es el 7% de una empresita llamada Facebook. Ustedes me dirán, si sí, pero ya verá como se pega el barrigazo, están en una burbuja… Es posible, pero usted está optando a ser un componente más del cada vez más nutrido grupo de los Social Burbujologists. El artículo repito merece una lectura ya que en medio de la jerga de los burbujologistas entrevistados encontramos alguna pieza digna de mención, como ésta:

Konstantin Guericke, cofundador de LinkedIn, es el vicepresidente de marketing y, sin embargo, no tiene “ni presupuesto, ni personal. Pero de los 500.000 usuarios con los que cuenta la empresa, sabemos que el 95% de ellos respondieron a las invitaciones de otros usuarios.”

Como dirían en Madrid, «chúpate esa».

Linkedin no llegaba ni a medio millón de usuarios, esos de Sequoia debían de ser unos descerebrados, por no tener, la empresa no tenía ni estructura, toma patada a las escuelas de negocios. La participación de Sequoia es el 18,9 % de esa compañía. Recientemente salió a bolsa un porcentaje pequeño de sus acciones. El burbujolismo revivió espectacularmente ( ver búsqueda cronológica de Google), no voy a poner ejemplos porque hay titulares alarmantes para aburrir. El valor de mercado estuvo altísimo y actualmente anda sobre los 7.000 millones de dólares… cualquiera que no hubiera hecho caso a los burbujologistas 3.0 (los de 2011) podría haber multiplicado su inversión un 75% en unas semanas de haber acudido a la IPO, e incluso mucho más si hubiera vendido el mismo día.

Vicente Varó, Community Manager (puesto burbujístico según los burbujólogos) de UNIENCE , una curiosa red de inteligencia colectiva de inversores reales, me comentaba por twitter que había salido poca cantidad de acciones al mercado, haciendo un efecto «embudo». Es cierto, desde España a un inversor pequeño, aún con contactos le era imposible acudir a la IPO. A lo que voy… si Linkedin era en 2004 «una burbuja» ¿qué es ahora? ¿Y qué me dicen de Facebook?

Entretanto encuentro a los últimos burbujologistas asomados en El País, debatiendo «amigablemente» con los communities en Twitter, una red social, que expande el artículo extendiendo más de 3.300 enlaces con sus correspondientes visitas.

Mientras tanto los de Sequoia o el propio Reid Hoffman podrían comprarse con su participación algunas entidades curiosas, por ejemplo el finalista de la Champions: el Manchester. Lo que en Wharton les parecía una salvajada de inversión ahora muchas de estas redes lo ganan en un sólo día. Varios de aquellos inversores están en Fortune 500 y ni un sólo burbujologista figura en él.

El social burbujologist existe, las burbujas también… pero la realidad también. Como dijo Shirky ·  Here comes everybody.

Aquí están los SB: http://goo.gl/nA9Wk y aquí: http://goo.gl/Y7voG

A los de Sequoia les supongo tomando Caviar y disfrutando de unas burbujas, pero de algún buen Champagne. Y se lo han ganado por apostar por los emprendedores del siglo XXI.

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Internet: la semana de los millones

22 julio, 2010 — by José Antonio Redondo Martín0

Parece que esta semana ha tocado que varias empresas clave del mundo de Internet presuman una vez más de cantidades. Todo se mide en millones.

El primero en lanzarse ha sido Facebook. Esta semana se preveía que la red social dominante superase por primera vez los 500 millones de usuarios. Su creador, Mark Zuckerberg, anunciaba una nueva aplicación para compartir historias personales en relación a la red social, para conmemorar el hito, «historias de Facebook»http://stories.facebook.com/, que localiza los distintos mensajes en el mapa, una aplicación que no resulta sorprendente pero que está a la última: geolocalización, comunicación y storytelling en un contenedor bastante simple. Este miércoles, según diversos medios como La Vanguardia el propio Zuckerberg habría anunciado el logro. En la página oficial de estadísticas todavía no figuraba la información http://www.facebook.com/press/info.php?statistics (si entras a este post más adelante supongo que se habrá actualizado en unos días). De acuerdo con la estadística de http://www.checkfacebook.com/ en efecto estaba a unos pocos pasos, siendo una auténtica aplicación mainstream que cubre un amplísimo espectro de población (lo único que está excluido es el público infantil). Era algo que anticipaba el primer cartel promocional la próxima película de David Fincher:

the social network, poster de la película

Los últimos 100 millones los ha conseguido en apenas 6 meses, una cifra que supera la población entera de países tan significativos como Alemania, Egipto, Turquía o Filipinas.

Por su parte Linkedin nos remitía un email hace pocos días indicando que había logrado un millón de usuarios en España, acercándose bastante al líder en España Xing. Aunque la estrategia local de Xing es más que correcta, Linkedin ya cuenta a nivel mundial con 70 millones de usuarios, y empieza a tener a tiro la mítica cifra de los 100 millones. Las redes sociales profesionales se están convirtiendo paso a paso en aplicaciones muy relevantes y aunque no poseen las apabullantes cifras de Zuckerberg deberían interesarnos bastante, ya que encierran en buena parte de nuestro futuro profesional y empresarial.

Por su parte Google anunciaba que su buscador Google Images acumula más de 10.000 millones de imágenes, esta es la cifra más espectacular, fruto indudable de la casi completa digitalización del diseño y la fotografía y del triunfo de aplicaciones de social media como Flickr y Picasa. Para celebrarlo el buscador ha cambiado el «layout» en su versión internacional (ver por ejemplo estas fotos de Franz Kafka http://goo.gl/OEML ), un avance espectacular aunque sigue necesitando mejorar los resultados de búsqueda cuando se usan tres o más palabras y que el menú contextual ofrezca posibilidades como filtrar por fecha, por geolocalización, por autor, etcétera.

De largo la cantidad ofrecida por Google es la más grande y significa que la Internet de 2010 es ya no tanto una telaraña de «webs» sino un enorme sistema multimedia. El logro de Facebook es el que ha acaparado las noticias y refleja claramente la influencia que tienen en los medios las principales redes sociales.

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